Muy proporcionado.

Muy proporcionado.

Seamos justos, igual que no condenamos juegos como GTA porque alguien salga a atropellar peña, tampoco debemos condenar una religión entera (o una raza) porque algunos cojan esa religión y la perviertan hasta límites absurdos.
Cada uno que crea en lo que quiera y viva como quiera, pero que tolere (no tiene por qué respetarlos) a los que no piensen lo mismo.